sábado, 9 de agosto de 2014

Nuestro lugar.

Y en ese mismo instante, vuelves la vista atrás y te das cuenta de que hace un año estabas en el mismo lugar, aunque con personas diferentes. Personas nuevas que han ido apareciendo en tu vida por casualidad, o por que el destino ha querido que hayan aparecido. Al igual que ha querido que apareciesen estas, han desaparecido otras. Por cualquier razón. Por insignificante que sea, el tiempo nos ha colocado donde merecemos. O en aquel lugar en el que tenemos que esperar para encontrar el nuestro, o para que una persona nos coja de la mano y nos lleve hasta el sitio en el que permaneceremos toda nuestra vida. Aquel lugar, que será el nuestro. Y nosotros elegiremos a las personas que queremos que estén a nuestro lado. Esas personas que sabemos que no se irán nunca, que cada vez que esa maldita lágrima caiga por nuestras mejillas, nos la seque y con un simple abrazo y un te quiero, desaparezcamos de este mundo para que dicha persona nos lleve al suyo. Quizás más tarde, quizás más temprano encontraremos el camino hacia ese nuestro lugar. El sitio en el que nadie nos moleste, en el que podamos crear nuestro mundo, sin que nadie lo construya por nosotros. Sin que nadie nos diga que hacer. Porque este es nuestro momento. Tenemos toda la vida para tener los pies en el suelo, pero solo este momento para mantenerlos en el cielo. Así que amigos míos, disfrutad. Porque el día que tengamos la cantidad de preocupaciones y cargos en nuestras vidas, ya no podremos disfrutar del mismo modo del que lo hacemos ahora. Como dice una muy buena amiga mía:

VIVE RÁPIDO, MUERE JOVEN, SE SALVAJE Y DIVIÉRTETE.

sábado, 2 de agosto de 2014

Brindemos.



Brindemos, porque fui feliz. Porque una persona, me hizo feliz. Brindemos por aquel instante. Y por todos los de después. Brindemos por todas esas personas que se fueron de nuestras vidas cuando mas falta nos hacían. Brindemos por la alegría, por el llanto, por los amigos y por la fiesta. Brindemos por tener una vida, esta vida, una familia, un futuro y una ilusión. Brindemos por ese sueño que no cumpliremos jamás y que aunque sepamos que no lo vamos a conseguir, sigamos luchando por él. Luchemos por llegar a él, por sentirlo tan cerca, que nos rompa. Que nos rompa el corazón, los esquemas, la vida... Que nos rompa como tu lo hiciste. Me desvivi por ti sin pedir nada a cambio y me la devolviste con todo el amor que tienen unas lágrimas de dolor, con todo lo que tiene un corazón astillado. Rasgado. Roto. Partido. Y fin, no hay más. Se acabó el cuento. Nos quedamos esperando nuestro ''y fueron felices para siempre'', pero se nos quedó en el camino. Porque ni tu esperabas que yo fuese tu princesa, ni yo esperaba que tu fueras mi príncipe.
Es gracioso como ha cambiado todo en tan poco tiempo. En unos meses, le dimos la vuelta a la tortilla. La lanzamos tan alto que perdimos el control. Desapareció en el camino, al igual que nuestro amor, al igual que nuestro '' y fueron felices para siempre''. Nuestro final llegó y no me di cuenta. Hasta aquel momento en el que lo único que nos quedó fue café para uno y desconfianza para veinte.