Dar un paso y subir a aquel magnifico sitio. Aquel que nunca pense que me iba a hacer derramar tantas lagrimas de felicidad. Llegar a el nivel de satisfacción de enseñarle al público el trabajo de año tras año. El esfuerzo de 7 años bailando, sudando, llorando y riendo. Si, sin duda, nunca cambiaría ni uno de estos años porque disfruto con cada paso que doy. Con cada gota de sudor que derramo y con cada hora, minuto y segundos que paso bailando.
La danza es mi vida. Me ha dado oportunidades que nunca
pensé que tendría. ¿Como un ritmo o un toque de castañuela puede remover mi
estómago? Me preguntaba. Sin embargo, no hay respuesta. No hay como, ni cuando,
ni donde, ni por qué. Eres tu, tu cuerpo y un escenario vacío, solo para ti.
Nada mas. Para enseñarle al mundo todo el trabajo de toda una vida. Para
hacerles sentir todos y cada uno de los sentimientos. Todo lo que te provoca
una castañuela, un paso, o simplemente todo lo que sientes en ese momento. Doy
gracias, a mi CPDanza, a mis amigas y sobretodo a mi familia. Esas 5 personas
que han estado aquí día tras día... Sacrificando su tiempo para hacer lo que
llevo soñando desde hace años. Secandome cada lágrima y dándome la mano para
levantarme de cada caída.
Me gustaría dar las gracias a todas esas personas que han pasado por mi vida, con o sin dejar huella. Para bien o para mal, gracias. Gracias por hacerme caer para darme la oportunidad de levantarme con mas fuerza y con ello, hacerme mas fuerte. Y gracias a todas esas personas que me han ayudado a mejorar y a seguir. Pero siempre, disfrutando. Trabajando duro para llegar a una meta, esa meta que nunca acaba. Que llega, pero queremos más y más y más. Somos insaciables.
Me gustaría dar las gracias a todas esas personas que han pasado por mi vida, con o sin dejar huella. Para bien o para mal, gracias. Gracias por hacerme caer para darme la oportunidad de levantarme con mas fuerza y con ello, hacerme mas fuerte. Y gracias a todas esas personas que me han ayudado a mejorar y a seguir. Pero siempre, disfrutando. Trabajando duro para llegar a una meta, esa meta que nunca acaba. Que llega, pero queremos más y más y más. Somos insaciables.
Como dice un gran profesor, los bailarines estamos locos,
locos por conseguir el paso más alto que se pueda dar. Mi consejo, deja los
obstáculos atrás. Habrá si, innumerables caídas pero levantaos con mas ganas y
fuerza que nadie. Plantad cara y cuando lo hayáis conseguido, tendréis la plena
satisfacción en vuestras propias manos. Disfrutadla, porque llega lento y se va
rapido. Pero cuando la tengáis, nunca la olvidareis. Os lo aseguro.