Pedimos
deseos esperando que alguien allí arriba, nos los conceda. Esperamos encontrar
en nuestro camino una lámpara que al frotarla salga un genio y nos salve la
vida.
Esperamos
a alguien a quien no conocemos para que nos haga feliz. Pero, ¿os habéis parado
a pensar quién esta a vuestro lado en este mismo momento? ¿quién os está
regalando su tiempo? Si no lo has hecho, reflexiona unos instantes, tan solo
unos segundos. Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Fijate en quien te da la mano
antes de que te caigas, en quien te seca aquella maldita lágrima antes de que
caiga. O simplemente, quien te deja llorar en su hombro, abrazándote sin ni
siquiera saber porque derramas esas lágrimas. Y sí, te has sentido solo, has
pasado noches llorando bajo las sábanas.
No te
has parado a mirar si alguien estaba intentando ayudarte y no te has dejado
ayudar, ni te has parado a ver que cuando tu te lamentas, alguien necesita
ayuda. Como dice mi abuela, cada uno recoge lo que siembra. Es Navidad, una de
las mejores fechas del año. Aprovecha para ayudar y deja que te ayuden, aprende
de tus errores porque esas lecciones son las que te enseñan a vivir. No sufras
por algo o alguien que no merece la pena, vive, sueña, ríe, canta pero sobre
todo, se feliz y disfruta a todas las personas que te rodean porque algún día
no estarán. Por suerte o por desgracia, los tiempos cambian y las personas con
ellos. Aunque de vez en cuando no nos viene mal un cambio que nos haga ver la
vida de otra manera.
¡¡Feliz Navidad y Próspero año 2015!!
Un besito, cara panes