martes, 25 de agosto de 2020

Sí, pero no.

 Cuando parece que te tengo entre mis brazos, te esfumas, como siempre. 

Desapareces como la felicidad que rozas, pero nunca es suficiente y se desvanece. 

Igual que cuando éramos pequeños y salíamos al parque a jugar, nunca queríamos que aquel momento terminara, pero siempre llegaba el momento de la despedida para más tarde sorprendernos con un reencuentro. 

Eso me pasa a mí contigo. Estás, me haces sentir que he encontrado el lugar al que pertenezco, me haces ver que he llegado al sitio que tanto tiempo llevo buscando; pero tras ese hermoso momento, siempre llega la despedida. Esa amarga despedida que nos pone los pies en la tierra como enseñándonos que todo era una gran mentira. Simplemente un efímero momento que como siempre, termina. No nos da un atisbo de esperanza de que vaya a volver, porque cuando crees que lo tienes, siempre escapa. 

Eso me pasa a mí contigo, amor. Pones a alguien en mi camino que en poco tiempo se convierte en alguien importante para mí, pero nunca se descifrar tus señales para saber si es para mí o no, si pertenezco a ese lugar o si vas a llevarme de vuelta al punto de partida. 

Me dañas. Cuando admito que parece que he llegado a un punto de inflexión entre tú y yo, cuando parece que te tengo cerca, que casi puedo rozarte, cuando casi la felicidad nos acompaña, te desvaneces y ella contigo. Desapareces como si nada tuviera sentido, como si no mereciera la pena esforzarse por algo que me cala tan dentro, aunque después de todo él piense que no. 

Me despistas. ¿Cómo sabré si eres real? ¿cuándo sabré si estoy a tu lado o no? Las personas realmente importantes para mí dicen que apareces y que sabré que estás, que puedes tambalearte, pero que cuando llegas, eres el definitivo y nunca habrá más. ¿Es así amor? ¿cómo sabré si esas palabras son ciertas? Solo he descubierto un sentido de tu significado, pero no he descubierto el sentido que siempre hay en alguna de esas películas antiguas, con las que tantas veces he soñado. Cada vez que me reflejo en alguien me descubro imaginando qué sería de mí sintiéndome así. 

¿Significa esta reflexión que aún no has llegado a mí? No sé si es más difícil entender a las mujeres o los hombres, pero lo que sí he experimentado en mis propias carnes es el hecho de entenderse a uno mismo, de conocerse, de saber lo que se quiere en tu propia vida y lo que no tolerarías nunca. Lo más jodido de todo ha sido mirarme en el espejo y reconocer un rostro que no encaja con la personalidad que creía reconocer, porque no hay personalidad definida. Esta es mi opinión, pero tengo personas a mi alrededor, que por alguna razón no se alejan de mí y en este caso me hace pensar que algo estaré haciendo bien. Definida o no, siempre he intentado mostrarme tal y como soy, lo que me nace, eso soy. Sin saber si es lo correcto sigo caminando y viendo lo que aparece ante mis ojos. 

Personas, libros, experiencias, cada una de estas palabras guarda un mundo como significado, puedes decidir adentrarte en cada una de ellas o simplemente sobrevolarlas sin dejar rastro. ¿Te merece la pena? ¿Merece la pena ver a alguien que pasa por tu vida y no conocerlo? ¿Crees que la merece leer algo sin aprender de ello? ¿Y vivir una experiencia sin que signifique nada para tí, sin que encuentres aquello que tiene que te puede cambiar la vida? Para bien o para mal, cada cosa en nuestra vida nos influye para seguir un camino u otro, pero amor, intento encontrar el tuyo y parece que todavía no he entendido que hasta que tú no quieras mostrármelo no seré capaz de encontrarte.