jueves, 14 de enero de 2021

Done.

 Llegado este punto, aquí termina viajar por una persona que no sea yo misma. 

Lo siento, lo he hecho demasiado tiempo. Me he cansado de pedir perdón sin que surta efecto (lo cual no culpo a nadie porque admito mis errores), pero si no me merezco otra oportunidad no voy a ser yo la que obligue a nadie a darme algo que no quieren. 

Por eso y por fin, empiezo a viajar por mí misma. Gracias por estar siempre y tener una sonrisa para mí, ha sido un placer formar parte de algo que me ha hecho tan grande aunque algunas veces me haya hecho sentir diminuta. Supongo que de eso se trata todo esto, de crecer, de aprovechar lo que tienes delante y no mirar atrás. Siempre estará ahí aquello que me hizo tan feliz, pero ya no quiere que esté y lo entiendo. 

Los recuerdos son maravillosos, pero no puedo vivir de ellos más. Una parte de mí, irónicamente un 14 de enero se queda aquí. Un peso de encima menos, una motivación más para seguir. Hoy descubro lo que quiero hacer y me predispongo a ello sin miramientos. He dudado demasiado tiempo como para hacerlo de nuevo. Algo ha cambiado en mí y es momento de exponerlo y retirarme con la cabeza bien alta, porque estoy orgullosa de mis virtudes y mis defectos. Por mucho que quiera ser perfecta, no lo he conseguido, pero sí que estoy trabajando para mejorar. Por eso creo que es el momento de dejar aquí una etapa de mi vida que me ha calado tan hondo y que sé que no va a ser fácil aprender a vivir con ella y dejar de intentar esconder algo con lo que llevo tanto tiempo dentro. Aprender es crecer, estoy orgullosa de poder decirlo y de poder llevarlo a cabo. 

Recuerda, no intentes esconderte en alguien que no va a salvarte de tí misma porque solo reprimirá todo lo que puedes llegar a ser. Imagina y haz tus sueños realidad. Se feliz contigo. 

Gracias por hacerme crecer, 

un placer, 

nos vemos pronto. 

Paula Otelli y María José Castillo. 

miércoles, 6 de enero de 2021

¿Te apuntas?

 Algún día seré capaz de llamarte y leerte todas y cada una de las veces que te he escrito y lo he borrado. Me encantaría contarte cada uno de los momentos que hemos pasado separados pero que te he tenido presente. Una vez más te vuelvo a escribir y me vuelvo a leer contigo, eso no ha cambiado nunca. 

Cada momento de mi vida se resume en un final: ojalá pudiera contártelo, siendo bueno o malo, siempre contigo. A estas alturas no espero que entiendas nada, ni que me permitas tenerte cerca o acercarme, lo único que hago es soñar con un futuro que le está costando mucho llegar. 

 

Finlandia: te escribí más veces de las que puedas imaginar y algún día me encantaría contarte todos y cada uno de los momentos que viví aquel año porque como tú me dijiste sería el mejor de mi vida, y me hubiera encantado volver y decirte que sólo me faltaste tú para que fuera el mejor. 

 

Valencia: primero de carrera fue un buen año, te busqué, te encontré, te eché de menos, me perdí y recé porque me encontraras o supongo que solo rezaba para que tuvieras la mitad de las ganas que tenía yo de encontrarte. 

 

Segundo de carrera una completa mierda y te busqué, varias veces, en mi pensamiento, escribiéndote y en un momento duro de mi vida te encontré. No tuve nada mejor que hacer que llorar cuando terminé de hablar contigo. 

Recuerdo aquel momento, en un lugar tan cotidiano como es un supermercado, me temblaron las piernas, el corazón y hasta el alma. Me metí en el coche y estaba deseando de salir corriendo a abrazarte, a decirte que quiero estar contigo y no separarme nunca de ti, pero supongo que ya hice suficiente daño en su momento como para seguir haciéndolo. 

 

Tercero de carrera: estoy mejor, pero sigo sin ti. Sigo escuchándote en cada canción de Rels B, una vez alguien me preguntó que por qué lo escucho tanto, que me sé las canciones mejor que él mismo y no tuve el valor suficiente como para decirle que me hacían sentirte más cerca. Es como si cada vez que lo escuchara te escuchara a ti, en el coche con mi mano en tu pierna, tu hermana en la parte de atrás y volviendo de una semana increíblemente genial en tu casa. Recuerdo aquellos días como si fueran ayer y aún sigo reviviéndolos cada vez que vienes a mi cabeza. 

 

Todos y cada uno de los momentos que he vivido estos años atrás, siempre he mantenido la esperanza de mantenerte conmigo. Siempre me dicen que tengo que dejar de vivir de recuerdos, que no puedo pretender vivir siempre anclada en el pasado, pero eso me mantiene con vida y para mí eso ya es bastante. 

 

Seguramente ya lo sabrás, pero mi familia crece cada día más con el amor que recibimos. Laura y Juan se van a casar y Marta y Will también y yo me muero de ganas de decirte que quiero que me acompañes a sus bodas, que he soñado más veces de lo que puedo recordar que te cogería de la mano y lloraría en tu hombro de la felicidad de sentirme plena, sobre todo a tu lado. 

Llevaba tiempo pensando en escribirte y ahora sí que sí, no creo que leas esto, pero como siempre te escribo por si algún día decides volver, o si algún día recopilo la suficiente valentía como para abrirme en canal dispuesta a todo contigo. No significa que no lo esté ya, sino que se que aún no tengo suficiente que ofrecerte, ahora mismo solo tengo en mis manos un par de libros y muchos recuerdos. Cuando me sienta lo suficiente, aunque sea un poquito, para ti haré lo que esté en mi mano para recuperarte. Tarde seguramente lo sé, pero tengo tanto dentro que contarte y que construir contigo, una vida nueva; dejando atrás todo lo malo que te hice, estoy dispuesta a todo por ti, a mucho más de lo que nunca he imaginado. 

Feliz 6 cariño, contigo siempre. Porque nuestros siempres no tienen fecha de caducidad.  PD: Algún día recogeré la valentía suficiente como para enseñarte todo lo que tengo para ti, te lo doy todo para que lo compartamos. 

¿Te apuntas?