martes, 20 de enero de 2015

Da pena.

Da pena la manera y la rapidez en la que los tiempos cambian. Para bien o para mal.
El tiempo son solo números, son unas agujas que dicen que llegas tarde al instituto, como siempre. Son esos últimos segundos de aquella mirada. Es aquel ultimo suspiro tan breve pero tan intenso. Es aquel beso inesperado que alguien te robó una noche de verano. Es el ultimo minuto de tu canción favorita. Es el fin del grito de la muerte agudiza.
'El tiempo es oro' dicen. Y ni si quiera se han parado a mirar a su alrededor y decir:
- Joder, ¿que coño estoy haciendo? ¿es esto lo que esperaba de mi? ¿es esto todo lo que quiero ser en mi vida?
Sin embargo yo, me paré. Me planté en seco y miré mi reflejo. Aquel día encontré respuesta a todas esas malditas preguntas que no paraban de rondarme la cabeza. Simplemente esperé e hice lo que tenia que hacer. No se como lo supe, ni siquiera se decir si lo he hecho "bien" lo único que sé, es que creo en el destino, que alguien por ahí arriba, llámalo ángel, llámalo estrella, vela por nosotros y nos pone obstáculos para que seamos capaces de quitarlos. Y no nos damos cuenta de que encontramos un obstáculo y nos damos la vuelta, de hecho, lo único que hacemos de esta manera, es echarnos piedras a nuestro tejado sin mirar a las personas que tenemos al lado. Miramos nuestra meta. Aquella bandera blanca y negra que nos diga que hemos llegado, que lo hemos conseguido. Pero antes de ni siquiera sentir que la tenemos cerca, nos rendimos. Paramos para decir que no podemos más, diciendo que nos hemos esforzado "demasiado". ¿Demasiado? Demasiado es no dormir para darle de comer a tus hijos. Es buscar un trozo de pan para quien no tiene nada. Eso es demasiado. ¿Y tu te paras? Tienes la oportunidad, joder. !Venga! Aprovecha, porque el día que lo bueno acabe no tendrás nada y tendrás que ponerte a buscar tu. No lo harán por ti. Tus sueños los persigues y los consigues tu y con ello tu satisfacción. Nadie puede hacerlo por ti. Así que, trabaja, estudia, lucha. Porque la fortaleza que ganes ahora te hará falta para más adelante. De hecho, te harán falta muchas más.
La vida nos prepara para algo peor. Para todos y cada uno de los obstáculos que haya en tu camino. Quitalos. Pide ayuda. Lucha y nunca, NUNCA, te rindas. Hazlo por todas y cada una de las personas que no quieren verte sufrir mas adelante. Porque esto no es nada con lo que nos espera más adelante.

martes, 6 de enero de 2015

Navidad.



Hablamos de "Navidad" como si todo en nosotros cambiase con estas fechas. En parte si, en parte cambia, de manera que dejamos de mirar nuestro ombligo por unos instantes y miramos a nuestro alrededor dándonos cuenta de que aquella mesa que antes se nos hacía pequeña, ahora se nos hace grande. Comenzamos a notar ausencias en la mesa. Miramos aquellas sillas libres en las que antes se sentaban el alma de la familia. Pero están ahí. Vacías. Sin embargo ellos, siguen con nosotros. Cantando villancicos y haciéndonos sonreír a cada segundo. Aunque no estén en cuerpo, están en alma. Los sientes, los siento y lo siento. Siento cada una de esas pérdidas, porque sé lo que es perder a un ser querido. Pero por cada una de esas pérdidas, llega alguien que te saca esa sonrisa, que te entiende, que te quiere.

Y así nuestro corazón frío y astillado se vuelve un poquito más blandito dejando paso, a una nueva etapa de la vida. Dejando atrás el pasado pero no olvidándolo del todo. Dejarlo aparcado en un rinconcito del corazón, pero no olvidarlo jamás. Por ello la Navidad es fecha de risas, de llantos de alegría, de regalos, pero sobre todo de amor. De amor familiar y de amor verdadero. Es fecha de saludar al nuevo año que nos espera y que ya ha comenzado. Por ello, aprovechad cada segundo de vuestros días. Vivid como si hoy fuera el último día de vuestras vidas. Porque hoy estamos aquí, pero mañana, ¿Quién sabe lo que el destino nos deparará?
Estas navidades han sido unas de las mejores de mi vida y espero que también las vuestras. 
Un besito y feliz día de reyes!!