lunes, 30 de octubre de 2017

Nada especial.

Ayer fue una de las noches más felices de mi vida.

Fue un día corriente, no esperaba nada especial ni nada que me sorprendiera, pero sin tenerlo planeado, como cualquier domingo hablé con mis hermanas por skype. Empezamos a hablar poniéndonos al día como si fuera una llamada corriente, simplemente porque nos echamos de menos y nos necesitamos un ratito de vez en cuando. Mi hermana mayor estaba hablando con mi hermano porque decía que yo no le respondía a sus mensajes y es que al enviarlos a mi número español, no me llegan porque tengo el finlandés. Le dijo que estábamos haciendo skype y que si quería podíamos hacer llamada grupal y hablar los cuatro, cosa que no hacíamos hacía mucho tiempo. Tras unos minutos lo añadí a la llamada y le vi la carita. Me encanta. Llevo derretida por él los 13 años que llevo conociéndolo, está guapísimo.

Después de que nos preguntara a todas como estábamos, de hablarles en inglés por primera vez y que se emocionaran porque no sabían que hubiese avanzado tanto con el inglés, le preguntamos que cuando decidiría irse a vivir a España. Me esperaba un no sé, algo indefinido como las últimas veces que hemos hablado con él, pero no. Para mi sorpresa, ya había mirado casas, le gusta mucho un piso y para Enero o Febrero en cuanto termine de cerrar su vida en Estados Unidos y antes de la boda de mi prima en Abril, viene a España. Mi hermano mayor, después de 13 años definitivamente ha decidido venirse a vivir a España.

Increíble.

Sin palabras.

Con lágrimas en los ojos le dije que no podía creérmelo y que no podía estar más orgullosa y más emocionada por él y por nosotros. Al fin podíamos estar toda la familia junta de verdad y que rehaga su vida aquí con su familia de verdad y con la persona que pueda encontrar, pero juntos. No paro de imaginarme la vuelta viendo a toda mi familia y a las personas más importantes de mi vida esperándome en el aeropuerto, se que queda mucho tiempo y sé que puedo disfrutar muchísimo este año y sin duda lo voy a hacer, no estoy triste ni quiero volver ya, pero simplemente estoy muy emocionada porque podremos hacer todo lo que siempre hemos querido juntos y no a tantos kilómetros como hemos pasado todo este tiempo. Cada despedida se hacía más difícil y ahora ya no harán falta más. Podremos ir a visitarlo a Cádiz, podremos pasar nuestros cumpleaños juntos, podremos contarnos las cosas a la cara y no tardar tanto tiempo en hablar.
Estoy super contenta ahora mismo. Mi hermano se va a mudar a España en unos meses y definitivamente le he dicho a toda mi familia en esa llamada la carrera que voy a hacer después de mucho tiempo pensándolo y después de muchas dudas, se que no me voy a arrepentir.

El día que había empezado "normal", se ha convertido en uno para recordar.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Gracias, pero esto no es una despedida.

Tras haberlo pensado mucho me he decidido.

Estoy decidida a disfrutar, a ser feliz y a vivir esta gran experiencia que el pedazo de familia que tengo me ha brindado. Estoy decidida a que este año me cambie la vida y también como persona. Estoy conociendo a gente maravillosa, se que tengo mucha gente maravillosa en casa y se que a los de verdad no los voy a perder y por supuesto a tí, tampoco. Porque disfrutar no significa beber hasta perder la conciencia y coger a la primera persona que pase por mi lado. Significa vivir cada segundo y aprender de todas y cada una de las cosas que estoy viviendo en este momento porque como dice la canción, solo se vive una vez.

Tengo una familia de acogida maravillosa, que me cuida y que espero ser una parte de ellos cuando termine este año porque ellos, aunque no lo sepan, ya son parte de mí. Una argentina que no puedo querer más aunque solo llevemos conociéndonos poco más de dos meses, una finlandesa que me ha dicho que me ha echado de menos esta semana que no nos hemos visto y me ha derretido completamente, una alemana que me pone de los nervios pero de la que me voy a llevar el recuerdo, un finés que me vio la cara de ilusión al decir que no podía tener más ganas de ir al baile y sin dudarlo me dijo que él sería mi pareja, mis tres finlandesas que son el alma de la fiesta y me llevan siempre con ellas, mi jugador de floorball que no se como le he podido coger tanto cariño aunque aquí no se muestre, una chica como el azúcar porque no he visto carita más dulce que ella y varios pendejos pero el más importante aquel que me enerva cuando pega gritos jugando a los videojuegos pero que me mira, me sonríe y cada vez me dan más ganas de ser como su hermana.

Muchísima gente.

Muchísima que me hace feliz.

Pero todo esto no significa que me vaya a olvidar de vosotros. De mi familia real a la que quiero más que a mi vida y echo de menos. Mis padres que nunca se han separado de mí y que me han llevado de la mano pero ahora me toca a mí hacer mi propio camino. Mis hermanas, mis dos tesoros, mis ejemplos a seguir, esas manos que me han sacado del fondo del pozo tantas veces cuando me ahogaba, que me entienden siempre pero que siempre van a ser sinceras conmigo, a las que quiero más que nada y las que me han hecho ser como soy hoy en día. Mi hermano mayor, que me robó el corazón con 5 añitos y a pesar de toda la distancia que nos separa eso no ha sido ningún impedimento para saber que es mi debilidad. A mis mejores amigas que ya sabéis de sobra quienes son, que seguís ahí para mí hasta a 3400 kilómetros de distancia, que me secáis las lágrimas hasta viéndonos en una simple pantalla y que pase lo que pase y el tiempo que pase, se que seguiréis. Mis hermanas pequeñas: Córdoba y Alcalá, mi mejor amiga, la hermana de la locura y mi hermano y mi marido a la vez: Granada, que aunque lleve mil sin hablar contigo te echo de menos y nunca te olvido y a mi mejor amigo, ese que siempre sabe cuando sacarme una cerveza y el que siempre está en medio, hasta en mis 18, no sé ni de qué manera pero me encanta.

 De mi segunda familia y sobre todo, de tí mi amor. Aunque no estés ahora, como siempre te digo y no me cansaré de decirte, esto no es nada para nosotros, lo sabemos. Gracias por estos meses y por los que me quedan por escribirte. Gracias por ser como eres y por enseñarme tantísimo en tan poco tiempo. No se si me lees pero si lo haces no me lo digas y si no lo haces, ya te lo enseñaré cuando vuelva.

Solo me queda decir que gracias a todas las personas que se han preocupado por mí y a las que lo siguen haciendo, a mi familia, a mis amigos y a todas las personas que me han aportado algo en la vida, gracias por aparecer en ella.

Y por último, gracias a mí. Por crecer y aprender de cada paso, cada error, cada respiración y cada lección. Por no perder ni un minuto más y por ser yo misma siempre porque lo siento para el que no le guste pero soy como soy porque soy de donde vengo y no puedo estar más orgullosa de ello.

Gracias y

Nos vemos pronto
Esto no es una despedida.

lunes, 23 de octubre de 2017

Necesito.

Necesito escribirte para dejar de llorar y despedirme de tí.

Te dije en aquella llamada que confiaba en nosotros, siempre te he dicho que confiaba en nosotros o al menos yo lo hacía pero parece que no ha sido suficiente. Intenté hacerte cambiar de idea pero no pude hacer nada porque lo decidiste tu sólo. Ni siquiera me dejaste la oportunidad de repetirte una vez más que todo iba a ir bien, que estoy enamorada de ti y que podíamos hacerlo, pero no.
Me dijiste que sería mejor para mí, que iba a poder disfrutar de verdad y que todo iba a ir mejor, pero sinceramente no veo que nada haya mejorado.
No había nada que mejorar. Estoy conociendo a gente increíble y estoy disfrutando esta gran oportunidad que me han brindado pero desde aquella llamada, nada va mejor.
De hecho, al contrario, ha empeorado. No había nada que mejorar, simplemente el hablar más entre nosotros o al menos yo lo veía así. Pensaba que hablando un poco más estaríamos mejor porque con el simple hecho de escuchar tu voz, todo iba mejor para mí, era un poquito más de fuerza para seguir, para tirar para adelante unos meses más y ver la vuelta más cerca.
Sabía que esta experiencia no estaba hecha para mí, pero por ahora me ha dado la mejor amiga que puedo tener que es lo que más voy a echar de menos de Finlandia, he conocido a gente maravillosa y que intenta ayudarme pero sabes de sobra que el único que lo conseguía eras tú y te has ido. Te dije que te necesitaba aunque sea a 3400 kilómetros y con cuatro mensajes al día. Solo necesitaba una llamada cada fin de semana, como si nos viéramos, como si estuviera allí contigo y todo fuera bien, solo te necesitaba.

Y ahora ya no estás. Ni ya somos ni estamos.
He perdido la cuenta de las noches que llevo llorando mirando nuestras fotos y de las veces que he pensado en por qué yo podía conseguirlo y tú no. En por qué sigo pensando que podíamos conseguirlo y tú simplemente te rendiste a la primera de cambio. Como tú me dijiste en la última llamada, estamos hablando pero no, estabas equivocado, estabas intentando excusarte cuando ya habías decidido lo que ibas a hacer sin esperar a hablar conmigo. No estábamos hablando, me estabas haciendo el cuerpo al mal trago y a lo mal que lo iba a pasar el tiempo que me venía encima.
Espero que de verdad creas y sea mejor para tí, porque para mí ya te digo yo que no es o al menos no lo está siendo y no creo en que lo vaya a ser, pero el tiempo me lo dirá.

No estoy enfadada, ni te estoy reprochando nada simplemente esperaba mucho más de nosotros. Cuando hablamos del tema antes de que me fuera, estuvimos hablando de que este año iba a acelerar las cosas, o lo dejábamos, o nos hacía más fuertes pero claro, ahí entra el intentarlo porque si no se intenta no importa el destino. Las cosas van bien cuando alguien hace que vayan bien, cuando uno mismo lo intenta y lo consigue. Pero en cosa de dos, yo sola no lo puedo intentar.
Hemos estado juntos en todo momento, he confiado más en ti que en nadie. Y fuimos el primer nosotros que sentí de verdad. La primera persona de la que me he enamorado y lo siento muchísimo por los corazones que pude romper antes de tí pero lo que he sentido por tí en un par de meses no lo he sentido con nadie en años.
Sé que te dije que no iba a pasar nada si nos separábamos, que voy a volver a por tí y lo haré, pero no sé de que manera nos volveremos a ver.
Te echo muchísimo de menos, no sé como lo haces ni sé como lo haremos pero se que volveré.
Te lo prometo mi amor.

Pero si es tu decisión, la respeto. Solo espero que cuando vuelva nos sentemos a charlar con una de mis estrellas que tanto añoro en los sábados y viernes noche, que nos pongamos al día y espero que nada haya cambiado entre nosotros, confío en que nada lo haga y si lo ha hecho, ya lo arreglaremos.

Vuelvo, pero espérame.

Te quiero.