Tras haberlo pensado mucho me he decidido.
Estoy decidida a disfrutar, a ser feliz y a vivir esta gran experiencia que el pedazo de familia que tengo me ha brindado. Estoy decidida a que este año me cambie la vida y también como persona. Estoy conociendo a gente maravillosa, se que tengo mucha gente maravillosa en casa y se que a los de verdad no los voy a perder y por supuesto a tí, tampoco. Porque disfrutar no significa beber hasta perder la conciencia y coger a la primera persona que pase por mi lado. Significa vivir cada segundo y aprender de todas y cada una de las cosas que estoy viviendo en este momento porque como dice la canción, solo se vive una vez.
Tengo una familia de acogida maravillosa, que me cuida y que espero ser una parte de ellos cuando termine este año porque ellos, aunque no lo sepan, ya son parte de mí. Una argentina que no puedo querer más aunque solo llevemos conociéndonos poco más de dos meses, una finlandesa que me ha dicho que me ha echado de menos esta semana que no nos hemos visto y me ha derretido completamente, una alemana que me pone de los nervios pero de la que me voy a llevar el recuerdo, un finés que me vio la cara de ilusión al decir que no podía tener más ganas de ir al baile y sin dudarlo me dijo que él sería mi pareja, mis tres finlandesas que son el alma de la fiesta y me llevan siempre con ellas, mi jugador de floorball que no se como le he podido coger tanto cariño aunque aquí no se muestre, una chica como el azúcar porque no he visto carita más dulce que ella y varios pendejos pero el más importante aquel que me enerva cuando pega gritos jugando a los videojuegos pero que me mira, me sonríe y cada vez me dan más ganas de ser como su hermana.
Muchísima gente.
Muchísima que me hace feliz.
Pero todo esto no significa que me vaya a olvidar de vosotros. De mi familia real a la que quiero más que a mi vida y echo de menos. Mis padres que nunca se han separado de mí y que me han llevado de la mano pero ahora me toca a mí hacer mi propio camino. Mis hermanas, mis dos tesoros, mis ejemplos a seguir, esas manos que me han sacado del fondo del pozo tantas veces cuando me ahogaba, que me entienden siempre pero que siempre van a ser sinceras conmigo, a las que quiero más que nada y las que me han hecho ser como soy hoy en día. Mi hermano mayor, que me robó el corazón con 5 añitos y a pesar de toda la distancia que nos separa eso no ha sido ningún impedimento para saber que es mi debilidad. A mis mejores amigas que ya sabéis de sobra quienes son, que seguís ahí para mí hasta a 3400 kilómetros de distancia, que me secáis las lágrimas hasta viéndonos en una simple pantalla y que pase lo que pase y el tiempo que pase, se que seguiréis. Mis hermanas pequeñas: Córdoba y Alcalá, mi mejor amiga, la hermana de la locura y mi hermano y mi marido a la vez: Granada, que aunque lleve mil sin hablar contigo te echo de menos y nunca te olvido y a mi mejor amigo, ese que siempre sabe cuando sacarme una cerveza y el que siempre está en medio, hasta en mis 18, no sé ni de qué manera pero me encanta.
De mi segunda familia y sobre todo, de tí mi amor. Aunque no estés ahora, como siempre te digo y no me cansaré de decirte, esto no es nada para nosotros, lo sabemos. Gracias por estos meses y por los que me quedan por escribirte. Gracias por ser como eres y por enseñarme tantísimo en tan poco tiempo. No se si me lees pero si lo haces no me lo digas y si no lo haces, ya te lo enseñaré cuando vuelva.
Solo me queda decir que gracias a todas las personas que se han preocupado por mí y a las que lo siguen haciendo, a mi familia, a mis amigos y a todas las personas que me han aportado algo en la vida, gracias por aparecer en ella.
Y por último, gracias a mí. Por crecer y aprender de cada paso, cada error, cada respiración y cada lección. Por no perder ni un minuto más y por ser yo misma siempre porque lo siento para el que no le guste pero soy como soy porque soy de donde vengo y no puedo estar más orgullosa de ello.
Gracias y
Nos vemos pronto
Esto no es una despedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario