Dicen que los olores pueden llegar a transmitirnos sensaciones características que asociamos a un lugar. Cada vez que un chico con tu perfume pasa por mi lado me giro por si tengo suerte y te encuentro allí.
Esta tarde no he podido evitar ponerme una sudadera que me diste y me sigo sin explicar como sigue oliendo a tí. Huele a esas tardes en tu casa, huele a esa cena romántica que me preparaste, huele a tus sábanas, a las mías, a mi sofá en una noche de futbol (la cual te perdiste casi entera por quedarte conmigo), huele a recuerdos de un koala y huele a hogar.
Es como si siempre estoy apunto de sentir que te he olvidado pero algo aparece para recordarme que sigues conmigo, que nada ni nadie va a poder borrar esos sentimientos de mi mente. Tu olor me devuelve toda la felicidad que viví contigo y la que sigo soñando cada noche.
Es como si ya no me recordaras, como que ya has pasado página y que estás en una etapa de tu vida en la que ya no encajo yo. Permíteme recordarte, permíteme enseñarte que he cambiado, que aquella niña inocente y caprichosa ha desaparecido para convertirse en la mejor versión de sí misma. Déjame enseñarte todas las cosas maravillosas que he aprendido, dejame devolverte todos los trozos de corazón que rompí y permíteme reconstruirlo con mimo y cariño para luego que puedas decidir si te quedas o no. He vuelto a leer tus poemas, tus cartas y todos y cada uno de los posits que me regalaste aquel día entre azoteas, rosas rojas y conciertos. Permíteme demostrarte que todo lo que un día me regalaste no ha quedado en el olvido y siempre, siempre va a formar parte de mi corazón.
Es como si ya no me recordaras, como que ya has pasado página y que estás en una etapa de tu vida en la que ya no encajo yo. Permíteme recordarte, permíteme enseñarte que he cambiado, que aquella niña inocente y caprichosa ha desaparecido para convertirse en la mejor versión de sí misma. Déjame enseñarte todas las cosas maravillosas que he aprendido, dejame devolverte todos los trozos de corazón que rompí y permíteme reconstruirlo con mimo y cariño para luego que puedas decidir si te quedas o no. He vuelto a leer tus poemas, tus cartas y todos y cada uno de los posits que me regalaste aquel día entre azoteas, rosas rojas y conciertos. Permíteme demostrarte que todo lo que un día me regalaste no ha quedado en el olvido y siempre, siempre va a formar parte de mi corazón.
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