domingo, 17 de abril de 2022

¿Qué es el amor? [Borrador 06/01/2021]

 Soñamos con el hombre perfecto, ese príncipe azul de las películas que debe venir a buscarnos, a rescatarnos de todo lo malo del mundo. Él, tan perfecto, tan artificial, tan fácil de conseguir, de encajar, de sentir... 

Nos acostumbran a que es él el que tiene que liberarnos de todo apuro para conseguir ser felices. Yo siempre he sido una de las tantas ingenuas que creían eso. Poco a poco me voy dando cuenta de que eso no existe, que nadie va a salvarme si no lo hago yo misma. Que soy yo quien elijo que esté o no en mi vida. He tomado decisiones buenas y malas durante toda mi vida, pero tengo el valor de decir que sólo me arrepiento de unas pocas. Unas pocas porque dentro de las malas hay horribles; de esas sí que no estoy orgullosa y si pudiera volvería atrás para enmendarlo o por lo menos ser más sincera de lo que fui para que todo terminara mejor, o a lo mejor no hubiera terminado. 

Llevo mirando a través de un cristal mucho tiempo, esperando a que mi príncipe aparezca, me diga que me ama y esperar que sea recíproco. Esperar que simplemente todo funcione (como en un cuento) y hacer de mi vida la película que siempre he soñado. Me dijeron una vez que de los sueños no se puede vivir y yo sin pensarlo dije que yo no vivo de sueños, sino de recuerdos. 

El recuerdo de subir varios escalones, leer unas cuantas citas, dar un giro, agarrar esa rosa y ponerme a bailar. Ese es uno de tantos. El recuerdo, o más bien la imaginación de que me acompañe en los momentos más importantes de mi vida, aunque donde esté siempre lo hace. El que no creía en cuentos de hadas y creó el nuestro junto a mí. 

Después de tantos borradores, después de tantos mensajes que nunca me atreví a enviar, siempre está en mi cabeza, a mi lado, recordándome en quién confiar y en quien no. 

Y una vez me he atrevido a escribirte espero tu respuesta con ansia, nerviosa, pensando si te alegrarás de recibir mi mensaje o no. Y en si alguna vez seré lo suficientemente valiente de contarte todo lo que tengo dentro de mí, que me leas, que me digas tu opinión, que me hagas un huequecito aunque sea minúsculo en tu corazón porque se que un día lo tuve pero no supe aprovecharlo. 

Cada 13 de marzo está señalado en mi calendario y creo que nunca voy a ser capaz de olvidarlo, porque Marzo no falla nunca, a estas alturas no voy a ser yo quien te lo recuerde. 

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